La dama canta el blues tan bien.
Como si lo estuviera sufriendo.
Como si su infierno estuviera aquí
en este mundo lleno de humo.
Donde las bromas son frías.
No se ríen de las bromas.
Se ríen de las tragedias.
Sociedades en las esquinas de las calles.
Pero la creen.
Nunca la abandonan.
Mientras canta, les hace sentir cosas.
Dice: "Puedo cantar esta canción tan triste
que llorarías aunque no quisieras."
Pequeñas y húmedas lágrimas
sobre el hombro de tu chico.
Pequeñas y húmedas lágrimas
sobre el hombro de tu chico.
Y he caminado tanto por estas calles.
No hay nada bueno. No hay nada malo.
Pero las pequeñas y húmedas lágrimas
sobre el hombro de mi chico.
Las pequeñas y húmedas lágrimas
sobre el hombro de tu chico.
La dama enciende un cigarrillo.
Da una bocanada. No se arrepiente.
Echa un vistazo alrededor. Sin arrepentimientos.
Se estira como los brazos de un álamo.
Dice: "Soy libre."
Canta tan suavemente que parece que se va a romper.
Dice: "Puedo cantar esta canción tan triste
que llorarías aunque no quisieras."
Pequeñas y húmedas lágrimas
sobre el hombro de tu chico.
Pequeñas y húmedas lágrimas
sobre el hombro de tu chico.
He caminado tanto por estas calles.
No hay nada bueno. No hay nada malo.
Pero las pequeñas y húmedas lágrimas
sobre el hombro de mi chico.
Las pequeñas y húmedas lágrimas
sobre el hombro de tu chico.
Pero sobre este escenario,
he aprendido a volar.
He aprendido a cantar
y he aprendido a llorar.
Pequeñas y húmedas lágrimas
sobre el hombro de tu chico.
Pequeñas y húmedas lágrimas
sobre el hombro de tu chico.
Pero ahora es el momento
de decir adiós.
Algunos se reirán,
pero yo seguramente lloraré.
Pequeñas y húmedas lágrimas
sobre el hombro de tu chico.
Pequeñas y húmedas lágrimas
sobre el hombro de tu chico.
La dama enciende un cigarrillo.
Da una bocanada, y el invierno llega.
Y ella se olvida.
1 comentario:
Qué preciosa canción y qué precioso texto. Como siempre, eligiendo tan bien...
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