Quem sabe quem os lerá?
Quem sabe a que maôs irâo?
Alberto Caeiro, O guardador de rebanhos
¿Qué será de mis versos? ¿Quién los leerá?
Pronto me iré, y así será, y me iré ¿y qué pasa?
Me he resignado a irme, como me resigno
a los dolores de la tendinitis, a los cólicos
que arquean el cuerpo y a la mala circulación.
Qué importan las novelas, los cuentos,
las crónicas o ensayos ¿pero mis versos?
Si en el futuro alguien los lee, tal vez perciba
que los escribí con la llama del sol en la hoguera del mediodía
sobre los girasoles, con los matices múltiples
del púrpura y del violeta en la disminución del crepúsculo,
con el grito doloroso del tigre lanceado
en el momento de fallar la red,
con gotas de sangre del pecho de las golondrinas
que no lograron completar el vuelo.
3 comentarios:
Un poema precioso, triste, y yo siempre pienso que alguien habrá que encuentre esa página que no solo lea sus versos, sino que también los comprenda, incluso entre líneas, más allá de las metáforas.
Precioso y desgarrador a la vez. Hace tomar conciencia del paso del tiempo, de lo que dejamos aquí.
Muy bonito y triste, pero me encanta
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