Me parece igual a los dioses aquél varón que está sentado frente a ti y a tu lado te escuha mientras le hablas dulcemente
y mientras ríes con amor. Ello en verdad ha hecho desmayarse a mi corazón dentro del pecho: pues si te miro un punto, mi voz no me obedece,
mi lengua queda rota, un suave fuego corre bajo mi piel, nada veo con mis ojos, me zumban los oídos,
... brota de mí el sudor, un temblor se apodera de mí toda, pálida cual la hierba me quedo y a punto de morir me veo a mí misma.
Pero hay que sufrir todas las cosas.
Safo
2 comentarios:
Jaime, me llega hondo este texto. Pienso en ti. Y me desgarro.
Un hermoso poema de la poetisa, Safo.
Gracias por estar ahí.
BSS
Publicar un comentario