LONDRES
Un libro de solo 1.000 ejemplares, que pesa más de 10 kilos y cuesta 500 euros, es sin duda una extravagancia delirante. Stanley Kubrick´s Napoleón: The greatest movie never made (El Napoleón de Stanley Kubrick: La película más grande jamás filmada), que acaba de publicar Taschen y se presentó el martes por la noche en el domicilio del fallecido cineasta, es la historia de una obsesión desmesurada y de una aventura frustrada. Napoleón Bonaparte es un filme de Kubrick que nadie pudo ver, ni figura entre sus 13 largometrajes. Fue sin embargo un proyecto monumental en el que trabajó durante 40 años.
Meticuloso hasta niveles enfermizos, el director de 2001: una odisea del espacio, estaba fascinado con el emperador francés, sobre el que llegó a leer 500 libros. Desde 1967, cuando se propuso llevar su vida a la pantalla, inició una investigación sin fin. Sus ayudantes recorrieron los lugares donde trascurrió la existencia de Napoleón recopilando información y tomando imágenes. El equipo llegó a reunir 15.000 fotos y 17.000 diapositivas sobre objetos, uniformes, escenarios y otros documentos relacionados
Meticuloso hasta niveles enfermizos, el director de 2001: una odisea del espacio, estaba fascinado con el emperador francés, sobre el que llegó a leer 500 libros. Desde 1967, cuando se propuso llevar su vida a la pantalla, inició una investigación sin fin. Sus ayudantes recorrieron los lugares donde trascurrió la existencia de Napoleón recopilando información y tomando imágenes. El equipo llegó a reunir 15.000 fotos y 17.000 diapositivas sobre objetos, uniformes, escenarios y otros documentos relacionados
LIBRO DE LIBROS / Ahora y por primera vez, los cinéfilos pueden descubrir ese fascinante material, que incluye correspondencia y los borradores del guión. Kubrick quería hacer la película de su vida. El filme duraría tres horas y se rodaría en Rumania, Francia e Inglaterra. El relato épico estaría repleto de grandiosas batallas, con 50.000 soldados yugoslavos y rumanos como extras en Austerlitz y Eylau. El presupuesto inicial de 5,2 millones de dólares (unos 100 millones de hoy) la convertiría en la película más cara de su tiempo. Peter O’Toole, Alec Guinness, Jean Paul Belmondo y más tarde Jack Nicholson, sonaron para encarnar a Napoleón. Josefina sería Charlotte Rampling, después de que Audrey Hepburn rechazara el papel. «La historia tiene todo lo bueno que puede tener. Un héroe encumbrado, enemigos poderosos, un ejército, una historia de amor trágica, amigos leales y traicioneros y mucho valor, crueldad y sexo», había dicho Kubrick. Desgraciadamente el proyecto nunca se realizó. MGM primero y United Artists después consideraron el rodaje demasiado arriesgado. A pesar de ello, Kubrick siguió recopilando material hasta su muerte en 1999, justo antes del estreno de Eyes wide shut.
FUENTE: ElPeriodico.com
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