Quién sabe qué será,
y en qué lugar de niebla.
Si habremos de tocarnos para reconocernos. Si sabremos besarnos por falta de tristeza. Todo lo llevas con tu cuerpo. Todo lo llevas. Me dejas naufragando en esta nada inmensa. Cómo desaparece el monte -me dejas...-,
se hunde el río
-...en esta...-,
se desintegra la ciudad.
Despiertas.
Ángel González
2 comentarios:
¡QUÉ AGRADABLE ES VER A ÁNGEL GONZÁLEZ DE NUEVO!
SUS LETRAS ME RECONFORTAN DE SOBREMANERA Y DESDE SU MUERTE NO HABÍA VISTO QUE NADIE LE RECORDASE CON UN POEMA TAN TIERNO EN UN BLOG, JAIME. GRACIAS POR ELLO. HA SIDO COMO LA BRISA DE LA MAÑANA. HE SENTIDO AÑORANZA Y MÁS GANAS DE RELEER SU POESÍA.
He descubierto recientemente a este grande del verso. Ángel es un poeta inmortal y pronto volverá a Babia.
Publicar un comentario