ya que pronto espero tu llegada.
Es como un sentido añadido al resto,
del cual no quiero desprenderme.
Te intuyo entre las miradas
las risas
los silencios
lo blanco
lo negro
lo azul y lo no pintado.
Sé que estas ahí, esperando a que llegue el día
donde culminar un instinto llamado, intuición.
Es mi apetito poder tocar tu piel.
Aunque en pequeños accidentes, rozo por instantes tu ser,
tu esencia, tu fragilidad.
Quiero ser valiente, extender mi mano y
lograr un día una respuesta a mi quimera.
En mi constante anhelo, pierdo el sentido común de todo lo que soy.
No soy nada. Tan solo un deseo.
En esta aventura ya no hay marcha atrás.
Solo la incertidumbre y la fe me hacen sentir así.
junio de 2005©Jaime López
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