en tono de sepia.
Esperando una justicia que no llega.
Eres inocente para el pueblo, tu pueblo,
nosotros.
Hermano de letras, tu rayo no cesa y se clava
muy hondo en nuestros corazones. Tu tierra.
Te veo a tí, poeta,
y veo al pastor,
al niño,
al hombre sudoroso del campo,
al mendigo en la puerta de la iglesia,
al viajero intrépido,
a la voz en el frente,
la cebolla mordida con rabia,
el pan
que no llega y al bebe que no calla.
A tí, poeta,
el viento silba tu poesía como
el arado rasga la tierra. La fruta de tus
versos nos alimenta y nos dá la fuerza. Tu vida.
A tí, poeta,
gracias.
Jaime López
a 16 de febrero de 2011
7 comentarios:
Vengo del blog de MariCarmen, al leer Miguel Hernándes, me sumo a tus letras, gracias por escribirlas, merecidas son y muchas más, para el maestro...
Miguel Hernández, poeta de pueblo, poeta de vida.
Mis saludos
Es impresionante, Jaime:
Al homenajear a Miguel Hernández y citar su vida en palabras, con tus versos le has retratado, y con tu retrato me ha recordado a un mano a mano entre él mismo y Salva.
Como si lo hubieran escribo ambos verso a verso.
Del corazón al papel. Me siento realmente sobrecogida por tu poesía.
Cada día todos crecemos contigo gracias a ella.
Un gran abrazo.
Qué poema.
He leido algunos poemas de Miguel Hernandez, y me parece que es un excelente creador en el mundo de la literatura. Ha dejado una gran huella en este medio. Con afecto. Judith
Gracias por vuestros comentarios.
Un abrazo.
Este poema me gusta. Hace tiempo yo solía escribir poesía así que ya sabes, el poeta no muere y gusta de voces que suenan familiares, pues con esto digo que me agrada.
He leído tu poema para M. Hernández, esta muy bien lo que dices, en cierto modo es lo que muchos vemos en su persona.
“Chapeau”, Jaime.
José Portillo
Gracias José por tu comentario. Espero seguir viendote por aquí, eres siempre bienvenido.
Saludos.
Publicar un comentario