Faro, s. Edificio elevado sobre una playa, donde el gobierno
mantiene un farol y un recomendado político.
Favor, s. Breve prólogo a diez volúmenes de exacción.
Fe, s. Creencia sin pruebas en lo que alguien nos dice sin fundamento
sobre cosas sin paralelo.
Fealdad, s. Don de los dioses a ciertas mujeres que pueden ser
virtuosas sin ser humildes.
Felicidad, s. Sensación agradable que nace de contemplar la miseria
ajena.
Felón, s. Persona de más empuje que discreción, que al aprovechar
una oportunidad ha elegido mal sus cómplices.
Ferrocarril, s. El principal entre los medios mecánicos que nos
permiten alejarnos de donde estamos hacia donde no estaremos mejor.
El optimista lo prefiere por su rapidez.
Fiador, s. Tonto que poseyendo bienes propios se hace responsable
de los que otro confía a un tercero.
Felipe de Orleans, queriendo designar para un alto cargo a uno de
sus favoritos —un noble disoluto—, le preguntó qué garantía podía
ofrecer. “No necesito fiador” —repuso el noble— “puesto que puedo
daros mi palabra de honor”. Divertido, preguntó el Regente: “eso,
¿cuánto vale?” Repuso el noble: “Señor, vale su peso en oro”.
Fidelidad, s. Virtud que caracteriza a los que están por ser traicionados.
Filántropo, s. Anciano caballero, rico y generalmente calvo, que
ha aprendido a sonreír mientras su conciencia le roba los bolsillos.
Filibustero, s. Pirata de poco bordo, cuyas anexiones, carecen del
mérito santificante de la magnitud.
Filisteo, s. Aquel cuya mente es producto de su medio, y cuyos
pensamientos y sentimientos están dictados por la moda. A veces es
culto, a menudo próspero, generalmente limpio y siempre solemne.
Filosofía, s. Camino de muchos ramales que conduce de ninguna
parte a la nada.
mantiene un farol y un recomendado político.
Favor, s. Breve prólogo a diez volúmenes de exacción.
Fe, s. Creencia sin pruebas en lo que alguien nos dice sin fundamento
sobre cosas sin paralelo.
Fealdad, s. Don de los dioses a ciertas mujeres que pueden ser
virtuosas sin ser humildes.
Felicidad, s. Sensación agradable que nace de contemplar la miseria
ajena.
Felón, s. Persona de más empuje que discreción, que al aprovechar
una oportunidad ha elegido mal sus cómplices.
Ferrocarril, s. El principal entre los medios mecánicos que nos
permiten alejarnos de donde estamos hacia donde no estaremos mejor.
El optimista lo prefiere por su rapidez.
Fiador, s. Tonto que poseyendo bienes propios se hace responsable
de los que otro confía a un tercero.
Felipe de Orleans, queriendo designar para un alto cargo a uno de
sus favoritos —un noble disoluto—, le preguntó qué garantía podía
ofrecer. “No necesito fiador” —repuso el noble— “puesto que puedo
daros mi palabra de honor”. Divertido, preguntó el Regente: “eso,
¿cuánto vale?” Repuso el noble: “Señor, vale su peso en oro”.
Fidelidad, s. Virtud que caracteriza a los que están por ser traicionados.
Filántropo, s. Anciano caballero, rico y generalmente calvo, que
ha aprendido a sonreír mientras su conciencia le roba los bolsillos.
Filibustero, s. Pirata de poco bordo, cuyas anexiones, carecen del
mérito santificante de la magnitud.
Filisteo, s. Aquel cuya mente es producto de su medio, y cuyos
pensamientos y sentimientos están dictados por la moda. A veces es
culto, a menudo próspero, generalmente limpio y siempre solemne.
Filosofía, s. Camino de muchos ramales que conduce de ninguna
parte a la nada.
2 comentarios:
Cuánto te he echado de menos, Ambrose Bierce....
Que recuerdos me trae este extraño diccionario...
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