Paulina es una niña que perdió a sus padres en un accidente de coche, pero no es huérfana: ella no siente pena de sí misma. Una pariente la lleva por Navidad con sus abuelos y allí descubrirá que no es ni como la ven en la ciudad ni como la ve su tía Susana, quien siempre anda sacándole defectos, ni tampoco como se veía ella a sí misma.
Su amistad con Nin, un niño de la aldea, hará que se conozca realmente y que olvide las cosas que antes le importaban tanto. Crece con Nin y Nin crece con Paulina. Cuando Paulina se ve a través de Nin contempla algo que no había visto nadie en ella: un gran corazón, y la niña respeta tanto a su amigo que le cree. Surge un vínculo tan fuerte que el cariño entre ambos supera el de la propia genética.
Si Paulina se autofirma con la ayuda de Nin, Nin descubre a través de Paulina lo que los demás no ven: un mundo lleno de oportunidades, pues, ¿qué importa que Nin sea ciego siendo tan inteligente?
Un libro precioso repleto de valores en los que una niña madura y logra abrir su corazón sus sentimientos más callados obligadamente. ¡Qué importante es sentirse escuchada y cuántas cosas nos recuerda Ana Mª Matute a través de todos sus entrañables personajes!
El espíritu de superación, el sabernos a todos iguales en esa superación a lo largo de la vida, el apoyo, el cariño y el valor de la amistad, y la libertad de expresar lo que uno siente de verdad.
Como siempre, gracias, Ana María, un tremendo gracias por este cuento tan genial.
Carolina Torrecilla García. Málaga, a 3 de octubre de 2009
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