Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás lucida,
y para no ser nada estás lozana?
Si te engañó su hermosura vana,
bien presto la verás desvanecida,
porque en tu hermosura está escondida
la ocasión de morir muerte temprana.
Cuando te corte la robusta mano,
ley de la agricultura permitida,
grosero aliento acabará tu suerte.
No salgas, que te aguarda algún tirano;
dilata tu nacer para tu vida,
que anticipas tu ser para tu muerte.
Luis de Góngora y Argote
(1561 - 1627)
3 comentarios:
Ay Góngora, uno de mis vacíos. Tantos autores que disfrutar y tan poca vida...
Pero con Góngora no solo nació el Culteranismo, sino esa divertida polémica pública totalmente en la que se contestaban literariamente Quevedo con el Conceptismo, y él. Fue genial. Sacó lo mejor de ambos autores e hizo que la sociedad aprendiese más al estar a la orden del día de tanto pique. Fue divertido, me imagino. El ingenio de Quevedo nunca tenía fin, y la cultura de Góngora hizo que nos perdiésemos completamente. Por eso era tan ridículo todo.
Y tan magnífico.
De todas formas me encanta este poema que sí entiendo por casualidad. No es de mis preferidos pero es muy bonito, precioso. Gracias, Jaime.
Siglo de oro, siglo de grandes genios.
Besitos!
Publicar un comentario