
¿Cómo un autor con treinta y cinco años puede inspirar tanta ternura al principio, repulsión, amor en todos los momentos y una locura de la que no es consciente por lo mucho que ama a su esposa?
Álvaro Colomer, con este su cuarto libro que cierra una trilogía nada menos que sobre el tema del suicidio, ya es además no solo reconocido por un prestigioso premio en uno de sus escritos, creo que el primero, sino que también escribe habitualmente para los diarios LaVanguardia, El Mundo, Qué Leer, Yo dona.
Y no me extraña.
Empiezo a leer este su libro y no soy, obviamente, el personaje protagonista, pero lo comprendo, y no voy con él hasta los confines del mundo únicamente sino que también me deja entrar hasta el último rincón de su mente.
Quiero a Elena como él la quiere, detesto a la vecina, etc...
No, no es empatía. Es mucho más que eso.
Estoy en él. En ese hermoso y duro casi por completo monólogo interior que compone casi toda la novela a la velocidad de la luz con la que empiezan a discurrir sin apenas consciencia aquéllos que empiezan a enloquecer de desesperación sin percatarse de ello.
Una novela repleta de amor y ternura de pareja.
Nunca he leído nada igual porque no creo que exista alguien que se entregue de esa manera . En la ficción ha ocurrido. Dicen que la realidad supera la ficción.
Por fin alguien saca a la luz ese temor de la sociedad, el dolor de convivir con una pareja con enfermedad mental diagnosticada. Temen verse arrastrados, pero dice el protagonista del libro que él volvería a repetir cada acto de su vida con Elena aun sabiendo lo que ocurriría.
¿Y qué es lo que ocurre...? ¿Tan terrible?
Gracias, Álvaro Colomer, por tan bella novela.
Es esta una novela que me ha enamorado. Aunque hay que salir a tomar un poco de aire después de leerla del tirón. Cuánta belleza tras esas palabras. Preciosa.
Carolina Torrecilla García. Málaga, a 26 de septiembre de 2009
Álvaro Colomer, con este su cuarto libro que cierra una trilogía nada menos que sobre el tema del suicidio, ya es además no solo reconocido por un prestigioso premio en uno de sus escritos, creo que el primero, sino que también escribe habitualmente para los diarios LaVanguardia, El Mundo, Qué Leer, Yo dona.
Y no me extraña.
Empiezo a leer este su libro y no soy, obviamente, el personaje protagonista, pero lo comprendo, y no voy con él hasta los confines del mundo únicamente sino que también me deja entrar hasta el último rincón de su mente.
Quiero a Elena como él la quiere, detesto a la vecina, etc...
No, no es empatía. Es mucho más que eso.
Estoy en él. En ese hermoso y duro casi por completo monólogo interior que compone casi toda la novela a la velocidad de la luz con la que empiezan a discurrir sin apenas consciencia aquéllos que empiezan a enloquecer de desesperación sin percatarse de ello.
Una novela repleta de amor y ternura de pareja.
Nunca he leído nada igual porque no creo que exista alguien que se entregue de esa manera . En la ficción ha ocurrido. Dicen que la realidad supera la ficción.
Por fin alguien saca a la luz ese temor de la sociedad, el dolor de convivir con una pareja con enfermedad mental diagnosticada. Temen verse arrastrados, pero dice el protagonista del libro que él volvería a repetir cada acto de su vida con Elena aun sabiendo lo que ocurriría.
¿Y qué es lo que ocurre...? ¿Tan terrible?
Gracias, Álvaro Colomer, por tan bella novela.
Es esta una novela que me ha enamorado. Aunque hay que salir a tomar un poco de aire después de leerla del tirón. Cuánta belleza tras esas palabras. Preciosa.
Carolina Torrecilla García. Málaga, a 26 de septiembre de 2009
2 comentarios:
Hola, Carolina:
Soy Álvaro Colomer. He tropezado con tu reseña de pura casualidad. Muchísimas gracias por tus palabras.
Un fuerte abrazo:
Alvaro C.
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