Dentista, s. Prestidigitador que nos pone una clase de metal en la
boca y nos saca otra clase de metal del bolsillo.
Dependiente, adj. Dícese del que confía en la generosidad de
otro cuando no puede abusar de sus temores.
Derecho, s. Autoridad legítima para ser, hacer o tener; verbigracia
el tener derecho a ser rey, hacer trampas al prójimo o tener el sarampión.
Desagravio, s. Reparación sin satisfacción.
Entre los anglosajones, el súbdito que se creía ofendido por el
rey, y demostraba la ofensa, podía azotar una imagen de bronce del
ofensor con una vara que luego era aplicada a su espalda desnuda.
Este rito era oficiado por el verdugo, lo que garantizaba que el
ofendido eligiese una vara de tamaño razonable.
Desgracia, s. Enfermedad que se contrae al exponerse a la prosperidad
de un amigo.
Desmemoria, s. Don que otorga Dios a los deudores, para compensarlos
por su falta de conciencia.
Desobedecer, s. Celebrar con una ceremonia apropiada la madurez
de una orden.
Diario íntimo, s. Registro cotidiano de aquellos episodios de la
vida que uno puede contarse a si mismo sin sonrojo.
Diccionario, s. Perverso artificio literario que paraliza el crecimiento
de una lengua además de quitarle soltura y elasticidad. El presente
diccionario, sin embargo, es una obra útil.
Dictador, s. Mandatario de un país que prefiere la pestilencia del
despotismo a la plaga de la anarquía.
Difamar, v. t. Atribuir maliciosamente a otro vicios que no hemos
tenido la oportunidad ni la tentación de practicar.
Difamar, v. t. Decir mentiras sobre otro. Decir verdades sobre
otro.
Digestión, s. Conversión de vituallas en virtudes. Cuando el proceso
es imperfecto, nacen vicios en lugar de virtudes. De esta circunstancia infiere maliciosamente el doctor Jeremiah Blenn que las damas son las que más sufren de dispepsia.
Diluvio, s. El primero y más notable de los experimentos de bautismo,
que lavó todos los pecados (y los pecadores) del mundo.
3 comentarios:
Vaya...Estas definiciones me gustan más que las anteriores. Al final me voy a tener que hacer con el volumen. Resulta bastante entretenido.
Seguro que el autor se lo pasó bastante bien escribiéndolo.
No me puedo imaginar escribiendo significados así cada día. Estaría amargada muuuucho tiempo. Pero me gusta leerlo. Hala, ya he difamado, y además, he hecho otra cosa, ¿qué era? No lo recuerdo.
Este peculiar diccionario de Bierce tiene definiciones muy mordaces, irónicas y críticas con practicamente toda la sociedad.
Me gusta!
No tienen desperdicio xD
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