Dependo.
Dependo de un aire que me envuelve para respirar.
Dependo de un estimulo para poderte mirar.
Dependo de tus dedos como gotas.
Dependo de tu mano con la cuchara.
Dependo de una silla para caminar.
Dependo de un ascensor que nunca llega al cielo.
Dependo de la poesía como jardín para cultivar.
Dependo del sol para poder brillar.
Dependo del suelo, las nubes que lloran y la mar.
Dependo de mis sueños que son cortinas que colgar.
Dependo de lo vivo y lo muerto, de mi latido al pensar
Dependo de la alegría y la tristeza.
Dependo del teclado para poder volar.
Dependo de todo un mundo.
Dependo... y nada más.
Jaime López©Marzo 2008
Dependo de un aire que me envuelve para respirar.
Dependo de un estimulo para poderte mirar.
Dependo de tus dedos como gotas.
Dependo de tu mano con la cuchara.
Dependo de una silla para caminar.
Dependo de un ascensor que nunca llega al cielo.
Dependo de la poesía como jardín para cultivar.
Dependo del sol para poder brillar.
Dependo del suelo, las nubes que lloran y la mar.
Dependo de mis sueños que son cortinas que colgar.
Dependo de lo vivo y lo muerto, de mi latido al pensar
Dependo de la alegría y la tristeza.
Dependo del teclado para poder volar.
Dependo de todo un mundo.
Dependo... y nada más.
Jaime López©Marzo 2008
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