Hoy me levanté con la imperiosa necesidad de revisar mi despensa personal. Y mientras trasteaba por los estantes de mi infancia y ordenaba mi presente recordé, sin más, hacer la lista de la compra. Eso sí, teniendo en cuenta que como siempre decía mi padre, "más vale que sobre que no que falte". Así que presurosa empecé a apuntar los víveres que habrían de abarrotarla, para poder sobrevivir estos próximos años que me esperan;
- Tenacidad, para seguir buscando aquello que siempre quise y aún no encontré
- Resistencia, para no desfallecer
- Templanza, para no salir corriendo ante los ataques de los demás
- Amor, para seguir creyendo que merece la pena
- Imaginación, para seguir soñando despierta
- Amistad, para no andar sola
- Inocencia, para no crecer nunca
- Emoción, para seguir oyendo y bailando canciones
- Sensibilidad, para no permanecer impasible ante el dolor de los demás
- Pasión, para que sigas recogiendo flores en mi vientre*
- Ilusión, para seguir creyendo que otro mundo es posible
- Sinceridad, para que al susurrarte al oído no dudes ni un segundo
- Picardía, para pasearme en tus recovecos
- Aguante, para nadar a contracorriente
- Orgullo, para alzar la vista de la punta de mis zapatos
- Firmeza, para no caer de rodillas
- Entereza, para morir de pie
- Memoria, para no olvidaros jamás
Y por último, el bulto más grande;
- Sonrisas para…, sonrisas para todo
*Robado a Ismael Serrano
Por cortesía de Sònia Melús
22 de febrero de 2008
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