Encima de un enorme iceberg a la deriva por el Atlántico Norte, un señor de Cuenca, funcionario de correos, y un pingüino discutían por el precio de un sello. El debate era agrio, visceral, a cara de perro, y quizás hubiera durado días, meses, años.
Pero el iceberg no.
Eloy Mon
1 comentario:
Hola!
Estuve un buen rato leyendo tu blog y me pareció interesante =)
Disculpa por haber tardado en responderte, pero estuve desconectada unos días.
Tu idea de cambiar links me parece buena, así q desde hoy eres una persona a la q leeré constantemente.
Espero q te encuentres bien.
Que tengas un lindo día.
Saludos!!
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