Una unidad pensativa y rocambolesca entre muebles y recuerdos
(mas o menos vivos).
Incierto y nublado en dias con gotas.
Seco y pertinaz con un corazon de esponja.
Los atardeceres son lo peor,
ya que tras el cristal de mi ventana,
se funde el sol con la tierra en una sensual cadencia.
En mi habitación, cuatro paredes sostienen mi mundo.
Un mundo con hojas de libros y tinta en sus rios.
Ya he puesto tu nombre en mi agenda.
Solo espero a mañana poder recordarte de nuevo.
En mi habitación, el pasado y el presente,
hacen trampas al futuro en su juego de cartas.
Solo me quedas tú,
visitando mi habitación.
Quédate y emborráchate de mí.
Pues pronto llegará el atardecer y lo contemplaremos dichosos.
En mi habitación.
Jaime López©2007
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