Esta cabeza, cuando viva, tuvo
sobre la arquitectura destos huesos
carne y cabellos, por quien fueron presos
los ojos que, mirándola, detuvo.
Aquí la rosa de la boca estuvo,
marchita ya con tan helados besos;
aquí los ojos de esmeralda impresos,
color que tantas almas entretuvo.
Aquí la estimativa que tenía
el principio de todo movimiento,
aquí de las potencias la armonía.
¡Oh hermosura mortal, cometa al viento!
Donde tan alta presunción vivía,
desprecian los gusanos aposento.
Lope de Vega
1 comentario:
Mucho mejor compañía para la imagen que mi poema :)
Publicar un comentario